La Bella Bielorrusia

  El día de Pascua Ortodoxa (8 de abril de 2018) me vinieron unos recuerdos muy tiernos y no los dejé escapar. Aquí os dejo con un pedacito de mi infancia.                 ¿Os llenan los recuerdos?    A mí sí. Es una sensación de vacío y felicidad a la vez. Con lo de "volver a las tradiciones" me hace sentir bien.    Recuerdo estos días de preparación para una de las fiestas más importantes del año, la Pascua. Estos días me encantaba estar con mi abuela, porque ella sí lo hacía todo a la antigua. Dos días antes de la fiesta me dejaba participar en la elaboración del bollo típico Kulích . Se levantaba prontísimo para encender el horno de leña y lo hacía con mucho cuidado para no despertarme. Luego, cuando la casa estaba calentita y los dranikis (tortitas de patata) hechos, me despertaba a mí. Después de tomar este esquisto desayuno con leche de vaca recién ordeñada me ponía a decorar los bollos. Con la propia masa hacia flores, trenzas y todo lo que me permitía

  Quiero empezar mi blog con esta frase. Seguro que alguno se pregunta: ¿y por qué?   Lo primero me voy a presentar y a continuación os explico todo más detalladamente.   Me llamo Luba y llevo los últimos 8 años viviendo en Madrid (España). A lo largo de mi vida en este bonito país me han preguntado muchas veces si Bielorrusia es un país independiente, que si era una parte de Rusia y algunos me decían: ¿eso dónde está? Hace un tiempo he tenido la suerte de poder participar en Fitur 2018 (una de las ferias de turismo más importantes de Europa) ayudando a representar a mi país. Y me quedé sorprendida, allí la gente me seguía haciendo las mismas preguntas. Bueno, también es verdad, que no todos…   Aun así, me doy cuenta que hay personas que no saben de la existencia de “La Bella Bielorrusia”.   Mucha gente se va a vivir fuera de su país de origen persiguiendo sus sueños, huyendo de la situaciones inestables o por juntarse con el amor de su vida (cada uno tiene su historia)